¿Ya les conté qué..?

A partir de hoy, Maruja nos traerá cada quincena y con su muy peculiar estilo, las noticias más novedosas de la sociedad mexicana.

Estrenaremos vecinito en Bosques, se trata del hijo de Ale Langarica y de Josette Carbajal, Diego, nacido el pasado 23 de marzo con tres kilitos y 100 gramos. Aunque en principio se quedarán un tiempo en casa de Jous, en San Jerónimo, la idea es venirse a vivir acá cuando ya pasen los meses más complicados para la nueva mamá. ¡Felicidades a la joven y feliz familia! ••• Otro cumpleaños fue el de la nena de Hugo Villalobos y su esposa Mónica, que es inglesa, pero ya parece más oriunda de Lomas Altas que la mismísima Gaby Vargas, también vecina de la zona (y que tiene una casa que parece jardín zen japonés, diseñado por ella y su marido); a lo único que no se han acostumbrado es al tráfico de Constituyentes, pero ni modo… Y aunque Hugo ha vivido la mitad de su vida en el extranjero, no ha perdido el gusto por las garnachas y los taquitos, porque ya anda alto de colesterol y se tiene que poner a dieta ¡pero ya! •••

Otra mamá, Paulina Díaz Ordaz, ni parece que tuvo bebé de lo flaca que está, acuérdense que su hijo Santi nació en diciembre del año pasado, pero estuvo 15 días en terapia intensiva. “¡Si por eso bajé tanto!”, dijo Pau, y como decían las abuelas: “de la pura angustia, mija, de la pura angustia”. Pero el bebé salió muy bien de aquella complicación y está muy sanito. De hecho, Santi tuvo su primera aparición pública en la fiesta de cumpleaños de sus hermanitas, Pame y Pau Sesma, que cumplieron cuatro y dos años respectivamente, y sus papis le organizaron la fiesta en un salón en Palmas, porque el año pasado fue en casa de Pau y resultó muy cansado para ella organizar todo; ahora solo tuvo que pagar y byeeeeee. •••

La que no necesita dietas es Marce Cuevas, que está más guapa que nunca. Ya no anda con Elías Sacal, pero todavía no se anima a salir con nadie más. Se va a tomar su tiempo, después de dos años de relación es necesario un ratito de soledad. ••• Otra solita es Lucía Valdés, pero no por falta de galanes, sino porque su hermanita Laura se fue a vivir a Kenia. Sí, a África, leyeron bien, no sin antes despedirse de sus amigas y sus primas en un brunch la semana pasada. Pura lágrima y golondrinas. Laura decidió darle un sentido más importante a su vida que andar de fiesta y comprando zapatos, así que se enroló a un programa de ayuda a niños en extrema pobreza. O sea, es nuestra pequeña Angelina Jolie, pero del Rosedal. ¡La vamos a extrañar! Byeeeee!